lunes, 25 de abril de 2011

Una Semana Santa pasada por agua.

 Nunca el agua había hecho tanto daño a la Semana Santa Sevillana.

La Semana Santa del 2011 será tristemente recordada, como la más "aguada" que se recuerde en su historia. Un total de 33 hermandades se quedaron este año sin poder hacer su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.

Habría que remontarse a la Semana Santa del año 1932 para recordar la falta de hermandades por las calles sevillanas, aunque en aquella ocasión fue por motivos políticos.

Nada nos podía hacer presagiar el Lunes Santo, que la Hermandad de Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima del Rosario del Polígono de San Pablo con la suspención de su salida, iba a abrir la lista de tantas hermandades que se quedarían en casa por culpa de la lluvia.

MARTES SANTO

El día comenzó gris. Todas las hermandades del Martes Santo iban suspendiendo sus salidas conforme llegaban sus horas de poner sus Cruces de Guía en la calle. El Cerro, Los Javieres, San Esteban, Los Estudiantes, San Benito, La Candelaria o Santa Cruz, tras recibir los diferentes partes meteorológicos, decidían no hacer sus estaciones de penitencia. Solo la hermandad del Dulce Nombre, tras deliberar su junta de gobierno, puso el primero de sus pasos en la calle, teniendo que volver atrás por el fuerte aguacero que les caía.

JUEVES, MADRUGADA Y VIERNES


Huérfanas se quedaron las calle de la ciudad, durante las tres jornadas festivas de la semana. Ni una sola hermandad hizo su salida procesional.

SÁBADO SANTO

La historia se repetía un día más. Cinco hermandades estaban llamadas a efectuar sus estaciones de penitencia a la Catedral, solo salió una, la hermandad del Sol, que llego a la Catedral entrando por la puerta de palos para refugiarse durante cuatro horas en su interior por culpa una vez más del mal tiempo, efectuando su camino de vuelta sobre las nueve y pocos minutos de la noche hacia su barrio del Plantinar.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 

Nunca la hermandad de la Resurrección estuvo tan arropada por tanta gente. El hecho de la falta de hermandades en la calles durante la semana, y el buen tiempo reinante durante el Domingo, hizo que los sevillanos se volcaran con esta cofradía. Hay que recordar que esta hermandad pone su Cruz de Guía en la calle a las cuatro y media de la mañana para recogerse sobre las dos y media de la tarde.

En definitiva, una semana extraña y cargada de lágrimas en los ojos de miles y miles de personas que no entendían lo que estaba ocurriendo. Decepción, dolor, pena, desilusión, desgraciadamente esto es lo que se ha vivido en nuestra ciudad, una ciudad, Sevilla, que no está acostumbrada a estas cosas.

Mi cámara también llora porque se ha quedado casi huérfana de imágenes.       




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